Radiacion e los teelfonos moviles?

El debate permanente sobre los supuestos efectos nocivos de la telefonía móvil en la salud de las personas, nunca confirmados ni desmentidos de manera fehaciente hasta ahora, ya tiene una herramienta que los propios usuarios pueden utilizar. La firma israelí Tawkon ha creado una aplicación móvil que monitoriza en tiempo real el nivel de radiación emitido por el terminal en el que se ejecuta, y lo hace teniendo en cuenta tanto las funciones que están activadas en cada momento (red celular o WiFi, Bluetooth, llamada o reposo) como el modo de uso (manera de sujetar el terminal, distancia a la cabeza/cuerpo), así como la distancia y los obstáculos que existen hasta la antena de la operadora móvil, puesto que la comunicación directa y a corta distancia requiere menos potencia de emisión y recepción.

Tawkon asegura tener en cuenta aspectos como la posición horizontal o vertical del teléfono (según la disposición de la antena interna, la polaridad de las emisiones puede cambiar, por ejemplo al hablar mientras estamos acostados) y el uso de accesorios como altavoces y auriculares de manos libres.

La aplicación permite incluso vincular los resultados a la ubicación, de modo que podamos saber en qué lugar (de nuestra oficina, o de la ciudad) estamos sometidos a un mayor nivel de radiación, a fin de evitarla en la medida de lo posible. Tawkon ofrece hasta funciones de red social, para etiquetar sobre un mapa los niveles de radiación y que otros usuarios puedan consultarlos.

Por ahora, el programa existe sólo para el iPhone de Apple, si bien la firma está trabajando ya en las versiones para Android y BlackBerry y en su página web admite peticiones para otras plataformas, como Windows Mobile, Symbian y Palm. Sin embargo, por ahora no es posible descargarlo por el canal habitual, puesto que Apple ha rechazado la distribución de Tawkon a través de su App Store, por motivos que cualquiera puede adivinar. Mientras esperamos a ver la posición de RIM, es probable que los móviles Android sean los primeros con los que podamos medir exactamente cómo se nos recalienta el cerebro.